miércoles, 8 de junio de 2011

No hay que regalarse

Estuve "conversando" con mi buen amigo, EDR, quien fue compañero mío en esta no tan H. Institución y hoy labora en la muy ilustre UNAM. Las cosas en los dos lugares son básicamente las mismas: trabajamos para alguien más.

Esto puede parecer, y seguramente lo hará, algo normal, algo común, lo que pasa. La cosa es que no todos buscamos esto (y me atrevo a decir que pocos lo hacen). EDR decía que la cuestión es no regalarse.

¿Regalar qué?

Regalar esfuerzo, trabajo y tiempo (mucho tiempo) a gente que puede o no utilizar esto, que puede o no ser otro empleado, pero que definitivamente no son nosotros. Gente que lucra de alguna forma u otra con la situación en la cual estamos inmersos, la de ser asalariado.

Creo que todos buscamos ser nuestros propios jefes, y a menudo la respuesta a este deseo es un lacónico "está cabrón". Seguro, está cabrón, pero me parece que es mucho peor la chinga de trabajar en algo que no te satisface, que no te llena y en donde no puedes explotar tus habilidades al máximo.

¿Cómo no regalarse?

No sé, sigo buscando. Les reporto.

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